Editorial de Jacque-Georges Plumet en el último número de la revista Joaben del Gran Capítulo de Rito Francés del GOdF

lunes, 5 de julio de 2010

Editorial de Jacque-Georges Plumet en el último número de la revista Joaben del Gran Capítulo de Rito Francés del GOdF



Multiritualismo y plurigénero. Universalismo y Armonía
Más que nunca un francmasón del Gran Oriente de Francia debe en materia de progreso refutar el simplismo maniqueo y algo angélico de algunas respuestas y por el contrario debe abordar corajosamente la complejidad de la cuestión.
No parece inútil recordar por ello algunos fundamentos con respecto al cambio y al progreso, al sexo y al género, al género y la iniciación, y a la noción de federación.
Con respecto a los cambios y al progreso
Según un autor que ha permanecido anónimo podemos decir que: los cambios son ineluctables, pero los progresos son facultativos. Esta máxima irradia desde los orígenes la masonería filosófica, adogmática y universalista. El futuro no es lo que será sino lo que haremos. Es por eso que los masones nos oponemos a todas las formas de predestinación.

Los acontecimientos contemporáneos resultantes de la reciente decisión de la Cámara Suprema de Justicia Masónica de GOdF, deben ser analizados a la luz de nuestros principios fundadores. En medio de estas horas conmovedoras, nunca nosotros abandonamos nuestro método. “Desterramos de nuestras logias toda disputa que podría alterar la tranquilidad de espíritu, la suavidad de nuestras costumbres, los sentimientos de amistad y esta armonía perfecta que solo se encuentra en la supresión de todos loes excesos indecentes y de todas las pasiones discordantes” (Chevalier de Ramsay, discurso del 20 de marzo de 1737).
Del sexo y del género
La palabra “sexo” se refiere a las características biológicas y fisiológicas que diferencian a los hombres de las mujeres. La palabra “género” sirve para evocar los roles que nos vienen determinados socialmente, los comportamientos, las actividades y los atributos que una sociedad considera como apropiados para los hombres y para las mujeres. La asociación de un género al sexo cromosómico, anatómico y hormonal de cada individuo induce demasiado a menudo a una repartición profundamente desigualitaria de los roles sociales.
Entonces, la francmasonería tiene por deber extender a todos los miembros de la humanidad los lazos fraternales que unen a los francmasones sobre toda la superficie del globo dentro de unos planteamientos latitudinarios.
Nos incumbe por tanto necesariamente repensar el universalismo filosófico, el universalismo de los valores, el universalismo del respeto a la diferencia, universalismo de los otros: ese otro yo mismo, componente del género humano.
Del género y la Iniciación
Si la iniciación es a la vez un proceso, una experiencia y una progresión, entonces supone una marcha íntima y una acción del grupo iniciante. Por el trabajo sobre la palabra y la consciencia, la iniciación es una escuela de escucharse a sí mismo y a los demás. El proyecto iniciático es provocar una radical y fundamental modificación del pensamiento y del ser, para pasar de las tinieblas a la luz.
Esta trayectoria implica tiempo. Este trayecto solo puede cumplirse en primera persona. Ni el género, ni la edad, hacen nada en el asunto.
La nueva vía, la nueva mirada, la nueva espiritualidad del iniciado están substancialmente ligados a una sensibilidad y a una inteligencia para poder alcanzar una esperanza. Para elevarse de su condición estrictamente humana, homo erectus, debe mentalmente partir del descubrimiento de su humanidad y más allá de su ego, de la humanidad toda entera y de sus iguales.
De la noción de federación
El Gran Oriente de Francia gusta definirse como una federación (del latín Foedus, alianza): federación de ritos y federación de logias. Una federación es un modo de organización donde cada uno de sus miembros dispone de una larga autonomía y delega ciertos poderes en un organismo central.
No es insultar el pasado cuando se afirma que los cambios que se producen ante nuestros ojos pueden ser fecundos si la unión y la concordia presiden nuestros trabajos. Y ello permite soñar con una federación que reúna dentro de una triangulación equilátera a los masones que trabajan entre hombres, las masonas que trabajan entre mujeres y aquellos que trabajan juntos.

Nuestra fuerza, es la multiplicación de las aproximaciones de la realidad, es la multiplicidad de la mirada, es lo uno lo múltiple, y lo múltiple dentro del uno.

Gracias a la inteligencia de lo contradictorio, realicemos la armonía de los contrarios. La abertura a la alteridad en el respeto de la marcha iniciática íntima va a constituir una nueva etapa para el Gran Capitulo General.
A nosotros nos toca ahora saber construir las estructuras eficaces para vivir en armonía: todos los Ritos, todos los Géneros.
Jacques- Georges Plumet. Muy Sabio y Perfecto Venerable Maestro. Gran Capitulo General del Rito Francés.

El artículo de la revista Joaben ha sido traducido por Víctor Guerra, MM y miembro del Gran Capítulo General del Rito Francés (GODF)
Fuente: El Mason Aprendiz