Ni el gobierno, ni Collera
por José A. Pérez Gallo
El pasado 28 de marzo, el Dr. José Manuel Collera, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, fue el intérprete principal del documental Las Razones de Cuba, donde, hizo una serie de “revelaciones” sobre las actividades que desde el año 2000, llevaban a cabo un grupo de personas para “desestabilizar” al régimen cubano.
Lo significativo de todo esto es que las personas a quienes el Dr. Collera denunció, eran sus hermanos masones, a las que lo unían juramentos de fidelidad y mutua protección.
La Gran Logia de Cuba, por tradición, ha estado ligada a los principios de la Masonería Regular; lo cual le ha garantizado el visto bueno de una organización internacional a la cual se encuentran afiliadas más de un centenar de Grandes Logias en todo el mundo, y donde militan personas de poder económico e influencias políticas nada despreciables.
Durante décadas, el gobierno cubano trató de destruir a la Masonería cubana, acudiendo a cuantos métodos estaban a su alcance; no obstante, la institución sobrevivió.
Cuando Collera asumió la presidencia de la Gran Logia de Cuba, desconoció las leyes que servían de base a todo el andamiaje jurídico-doctrinal de la Masonería Regular; relacionándose de forma ostensible con masones cubanos agrupados en logias no afines a las Grandes Logias Regulares radicadas en los Estados de Nueva Jersey y Florida, poniendo en riesgo las relaciones fraternales de estas entidades con la Gran Logia de Cuba. Collera conocía que si alguna de estas organizaciones rompía sus vínculos con la de Cuba, por el efecto dominó, las restantes también lo harían.
Esta situación que tuvo su punto más alto el 28 de enero de 2003, fecha en que Collera, que a la sazón ocupaba el cargo de Gran Secretario, cuando presentó a las masonas en un acto oficial de la Gran Logia, que se efectuaba en el Gran Templo Benito Juárez. El propósito del agente Gerardo era:
Dividir a los masones de la Isla.
Dividir a los que radican en el exilio.
Dividir a los de la Isla y los del exterior.
Estos propósitos se lograron.
¿Cuál era el proyecto real de estas acciones? La Gran Logia de Cuba quedaría aislada, pudiendo constituirse un Gran Oriente que agrupara a algunas de las entidades masónicas cubanas radicadas en el exterior, a otras organizaciones de Centroamérica y el Caribe, poniéndolas al servicio del proyecto Alba, dirigido, por el zar de la Masonería, Collera Vento.
En la sesión semestral del Parlamento Masónico, efectuada en septiembre de 2007, Collera trató de que la Gran Logia de Cuba reconociera a tres logias de cubanos radicadas en los Estados Unidos, acción que se vio frustrada por la oposición de Gustavo Pardo. La votación resultante constituyó un rechazo abrumador a esta moción. Ni el gobierno cubano, ni Collera, han perdonado a Pardo que impidiera sus planes.
Fuente: CUBANET