MIRANDA - EL HOMBRE DE TODAS LAS REVOLUCIONES

martes, 5 de abril de 2011

MIRANDA - EL HOMBRE DE TODAS LAS REVOLUCIONES


plancha escrita por el Hermano REYNALDO URDANETA SAAVEDRA
No las piedras duras, robustos leños, ni artificiosos muros forman las ciudades; mas dondequiera que hay hombres que sepan defenderse por sí mismos, allí están las fortificaciones, allí las ínclitas ciudades”.
Así llegó una vez a expresarse en vida el ilustre prohombre a quien honramos ahora en su natalicio. Hago mención de estas sonoras palabras para hacerlas mías, como quien desespera en entender la magna responsabilidad de disertar ante un nutrido auditorio sobre el marco existencial y la colosal obra y pensamiento del Precursor de la Independencia, del Maestro de Libertadores, del Padre de la Americanizad Hispana, y así permitirme recordar a vosotros que la fuerza, el poder de las grandes civilizaciones, de las grandes naciones, no reside en lo portentoso de su estructura física y material, sino en la esclarecida edificación que constituye cada uno de los ciudadanos que la configuran. Así lo entendió Miranda y por ello, por saber que en los ciudadanos en los cuales creía estaba el destino de la libertad, fraguó su ideario político y emancipador para sembrarlo en los fértiles campos de la vasta extensión hispanoamericana.
Así pues, ante la actitud de admiración y regocijo de cada uno de nosotros, se erige el altísimo legado de aquel insigne criollo nacido en Caracas un 28 de marzo de 1750, día que el santoral consagra a San Juan de Capistrano, Confesor y Patrono de los Jurisconsultos, y a los Santos Doroteo y Cirilo, Mártires. Día en el cual las aguas bautismales dan la bienvenida a Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez.
No es mera coincidencia que en este glorioso día naciera un hombre que cultivó, sin ser jurista, el conocimiento legítimo y profundo del derecho desde sus raíces en la Roma antigua para beneficio de la patria nueva que anheló forjar una vez apartara las esquirlas del vetusto y despótico imperio español. No es casualidad exigua que ese hombre sufriera el martirio de la prisión como el delincuente que no era, para terminar ofrendando su vida el 14 de julio de 1816 como quien ofrece un holocausto al dios de la libertad. Menos resulta casual que su primer nombre, Sebastián, al derivarse del latín signifique” digno de respeto, venerable, augusto” , y su segundo nombre, Francisco, se traduzca del italiano en” franco , libre” , porque la figura de Miranda fue, sigue siendo y seguirá siendo espléndida pieza de augusta veneración, de reverencial presencia, y son su nombre, vida y obra emblemas y signos de libertad. Sus noches de desvelos giraron en torno a la libertad, hermosa palabra que a nosotros acude para resguardar en su seno el pensamiento, la palabra y la acción.
Podría pensarse que no queda mucho al conocimiento que hoy se tiene de la vida, obra y acciones de ese viajero ilustrado y precursor de la emancipación de America Latina que fue Don Sebastian francisco de Miranda, pudiendo ser considerado como una de las personalidades mas interesantes de ese periodo esencial de la historia occidental como lo fue el siglo 18 y los comienzos del 19, Miranda parece caminar sobre ese impreciso limite que separa la realidad de la ficción.
Digno personaje de una novela heroica, Miranda pareció atravesar todos los mundos posibles: nacido en una bucólica y conventual ciudad colonial, término frecuentando las más esplendorosos cortes europeas, educado bajo los mas rigurosos cánones de la iglesia cristiana , católica y apostólica, acabara burlándose de esta iglesia al describir satíricamente las ceremonias publicas del Papa, distinguido conocedor de los clásicos griegos y latinos , así como de las ultimas producciones literarias , filosóficas y científicas de su tiempo , un teórico de la historia y del arte militar y un soldado reconocido y viajero sin reposo , su curiosidad por entender otras formas de vida y de pensar , cristalizo en relatos de verdadero valor etnográfico de singular personalidad y de de indiscutible atractivo físico , fascino a hombres y mujeres por su trato , cultura e inteligencia , dejando entre las damas que trato una larga estela de romances que oscilaron entre la pasión de una noche , hasta la protección que por esa razón se dice le ofreció Catalina de Rusia.
Los 35 años trascurridos entre el momento que deja America para entrar al servicio del monarca hasta su fracasada expedición contra ese mismo monarca y sobre las mismas aguas que lo habían visto partir , emerge Don Francisco de Miranda con la marca de lo oceánico , en su ir entero nada en él es pequeño , ni quieto , ni sin dignidad , lo colosal y lo titánico Irán mostrándose en su existencia poco a poco hasta que llegue el final.
Por oceánico hácese capitán de su propio navío , sale de los puertos y arriba a las playas y celoso de lo suyo fija hechos y pormenores en sus 63 grandes cuadernos de bitácora que él llama “Colombeia” , un Diario de muchos años y de un archivo adicional.
Por titánico a los veinte años muy joven, vibrante y ambicioso, se embarca en la Guaira y junto al mascaron de proa, abre rumbo hacia el mundo, viajero por la mar atlántica. A los 37 días de navegación, el puerto de partida en su patria venezolana , el cual parece unirse a otro puerto , a Cádiz en España y unirse dice el destino , Miranda morara en Cádiz , 45 años después , así la llegada y salida se han unido, de un puerto al otro puerto y entre los dos una vida tensa, agónica pero sobre todo creadora.
Después vendrán otros puertos, , Melilla en el norte africano, Pensacola en la Florida , Gibraltar , sitio de excepcional medula creativa , allí ingresa a la masonería y luego a la Habana , Cuba , que será el lugar en el cual valerosamente romperá con España para siempre , la Habana , señala pues el portentoso viraje necesario para el cumplimiento de su destino, de Cuba , hacia Nueva York donde emergerá por vez primera el proyecto que ha estado formándose en la conciencia , el proyecto de emancipar el Nuevo Mundo ibérico , allí a orillas del océano emerge el Francisco de Miranda revolucionario, iconoclasta, agitador de libertades para todo un continente , ahí comienza en futuro grande , tiene en ese momento 33 años.
Mas tarde otro puerto , en Londres , donde desarrolla el centro de su magna obra conspirativa y cuando no encuentra apoyo ni en Inglaterra , ni en Francia se dirige por cuenta propia para tomar el puerto venezolano de Ocumare y de la Vela , siempre el océano , siempre los puertos , donde emerge ese navegador perpetuo que rige un único rumbo , un norte una brújula precisa , pero su ir jamás aparece rectilíneo , hombre hábil , de adaptación y sagaz zigzaguea , da vueltas , hace que su oleaje suba, baje y estalle en tormenta o vaya en lenta serenidad , no se detiene nunca , detenerse es retroceder o perecer , en la Carraca de Cádiz donde organiza una evasión que no puede cumplirse por la fatal interferencia de una enfermedad grave que lo lleva al sepulcro.
Pero sin embargo para ese hombre cuyas palabras finales “Dejenme morir en paz” , las cuales corresponden a lo profundo de su convicción : la paz de haber plasmado lo grande lo de muy alta trascendencia, , el hombre que supo hasta el final ser un creador , que su mayor drama es el de haber sido incomprendido , primero por sus contemporáneos que no entendieron o no quisieron entender su mensaje y luego sus descendientes que lo hemos terminado por olvidar y es que la gloria de Bolívar ha eclipsado la de su compatriota , la imagen del discípulo ha contribuido ha enturbiar la del Maestro.
En realidad el Francisco de Miranda mas importante es aquel en que se vio a si mismo como ciudadano de Venezuela y de la America del Sur en su conjunto, fue el primero en descifrar y comprender el momento histórico de su tiempo , el primero o el principal entre los primeros en reunir firmemente voluntad de Independencia y republicanismo, si Miranda , fue el primero o como dice el historiador Alfonso Rumazo González “el protolider”, en darse cuenta que había llegado la hora exacta para la emancipación iberoamericana y esta es su originalidad y su jerarquía entre los heroes de la patria “Protolider”.
Miranda no se detiene del hallazgo paso valerosamente a la acción , volviéndose el eje y centro del magno empeño , es su ejecutor y echa todo su torrente vital en esa forja ingente , larga , difícil, persistirá en ella durante 30 años y en el “levántate y anda , con que sacude a los americanos hay urgencia, fervor , llamarada , la grandeza de su irrupción gigante y tenaz excito virulentas oposiciones y la España monárquica le odio , lo persiguió infatigablemente por espacio de esas tres décadas , hasta atraparlo mediante un traidor , cayo el héroe cuando el incendio de la revolución libertaria por el provocado habíase extendido a toda la America española.
Toda esa titánica actividad se ensancha y graba a lo largo de su vida extraordinariamente prodigiosa en sucesos, pasiones, aventuras, viajes, peligros, éxitos y cárceles.
Le aman u odian no produce indiferencia , le persiguen, le temen , admiran , quisieran endiosarle o destruirle , navegante del Nuevo Mundo , oriento su nave en busca del vellocino de oro que le obsesiona : La Libertad y en ella le acompañan todos los esforzados varones que plasman la liberación americana : Bolívar, San Martín, Oª Higgins, , Alvear, Artigas, Monteagudo, Gual, Rivadavia, Montufar , Rocafuerte, Nariño, las cartas de navegación fijaran cada hecho y cada nombre en distribución continental de actividades , las pequeñas y secretas denominadas logias masónicas irán haciendo la múltiple apertura.
Y es aquí donde entramos al abordaje de Miranda como el insigne francmasón del cual nuestra Augusta Orden, nuestra patria y nuestro continente se enorgullecen y dignan en presentar como inteligible figura de inspiración para el individuo con ansias de conocimiento, progreso y superación; porque no se entiende que, aún en nuestros tiempos, se cuestione seriamente la filiación masónica de Miranda cuando existen referencias históricas y documentales al respecto.
La mayoría de los historiadores coinciden en establecer que Miranda se inició en los augustos misterios de la francmasonería en 1783, en una logia de Filadelfia, y apadrinado por el Marqués de Lafayette. En 1785 recibió el grado de Compañero en Londres y en 1797 recibió el grado de Maestro en París. Sus visitas a talleres en varios países como Noruega, Suecia y Bélgica se constatan en los 63 volúmenes de Colombeia , su diario personal que recoge sus periplos así como sus ideas forjadas y acciones emprendidas a lo largo de 45 años de lucha independentista. Así mismo, su participación en la actividad masónica le permitió mantener contacto con las personalidades más notables del mundo para entonces conocido, a través de las logias europeas y norteamericanas.
La filiación masónica de Miranda lo hizo víctima de las intrigas políticas del Comité de Salvación Pública en 1793, salvándose milagrosamente de la guillotina tras la caída de Maximilien de Robespierre, aunque debió huir a Londres. Años después, en 1797, participa Miranda en una asamblea que concluye con la firma del Convenio de París, donde se le encomienda la tarea de representar al movimiento emancipador hispanoamericano ante los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos, de allí su viaje a través de Europa para entrevistarse con quienes podrían brindarle apoyo internacional en su gesta emancipadora.
En 1798 Miranda abandona definitivamente Francia por problemas políticos, y se establece de nuevo en Londres. Para ese momento formaba parte del Supremo Consejo de París y con el apoyo material y moral de éste, además de su autorización, funda ese mismo año en su residencia londinense la “Gran Reunión Americana”, creada según las referencias históricas como: “un organismo social desde el que partirán las instrucciones para la unificación de los esfuerzos en la acción a desarrollar en América para lograr su emancipación”.
En dicha logia, conocida también como la “Gran Logia Hispanoamericana”, reunió a varios revolucionarios de América Latina para organizarse y luchar a favor de la emancipación de las colonias hispanoamericanas como Bernardo O’Higgins, quien tuvo la misión de llevar propaganda revolucionaria a Chile, Bajarano a Guayaquil y Quito, Baquijano a Lima, Juan Pablo Fretes a Chile y José Cortés de Madariaga, quien permaneció en Caracas aún cuando se dirigía inicialmente a Chile.
Fue así como a partir de 1800 se fundaron agencias o agrupaciones filiales o subordinadas a la “Gran Reunión Americana” como extensiones de ésta en Cádiz, Caracas, París, Madrid, Buenos Aires, Mendoza y Santiago de Chile. Las mismas recibieron el nombre de Logias “Lautaro” o Logias de Caballeros Racionales y tendrían un objetivo político: “…trabajar con sistema y plan en la independencia de América y su felicidad, obrando con honor y procediendo con justicia”.
Acreditados historiadores Mirandinos como Carmen Bohórquez Moran , Alfonso Rumazo González y otros dan fe por el estudio de los documentos mirandinos y de otros relacionados, que logran disipar ciertas oscuridades biográficas en particular las relaciones del héroe con la Francmasonería, e incluso Rumazo González ( 1995) , dice “ se ha forjado la suposición – otro error – de que la masonería organizada y utilizada por Miranda , no fue verdadera masonería, que no hubo en ella lo ortodoxo de la Institución , uno de los mas autorizados investigadores en este punto America Cernicelli, atribuye a la masonería mirandina toda la legalidad y toda la legitimidad que se podría exigir. Las Logia funcionaron en America ateniéndose a las reglas y estatutos propios de esa Organización mundial. Murada actuaba en forma regular en la masonería que señala las logias visitadas por el en su gira por Europa en los cinco años anteriores a la Revolución Francesa” ( los Precursores de la Independencia).
Investigaciones posteriores la publicación de los dos volúmenes de Américo Carniccelli, arrojan bastantes evidencias sobre los contactos de Miranda con Lafayette, que culminaron en su iniciación en una logia de Filadelfia, en 1783.
Para concluir hemos de mencionar que no es de extrañar que Bolívar, en 1826 recordara a Miranda, el héroe de su juventud, como “…el más ilustre de los colombianos” . Esto se confirma al comprender su papel como uno de los altos protagonistas de las tres colosales y transformadoras revoluciones de la humanidad (la estadounidense, la francesa y la suramericana), todas ellas preconizadoras de los principios de libertad, igualdad y fraternidad proclamados por la francmasonería, y prodigiosamente difundidos por Miranda mediante la eficaz creación de la masonería lautarina.
Triste y desgraciadamente, cuando los venezolanos pensamos en Miranda, visualizamos al prisionero del Arsenal de las Cuatro Torres de La Carraca, allá en la distante Cádiz, tan finamente plasmado por el pincel multicolor de Arturo Michelena, y al presunto traidor que vendió la patria al enemigo por unas monedas. Imagen por demás falsa, favorecida gracias al ultraje que el ruin Monteverde cometió contra la honrosa capitulación que el bravo guerrero republicano ofreciera para la salvación de la patria desangrada.
Así pues, a 261 años de la venida al mundo del Precursor de la Independencia, resulta ostensible librarlo de su falaz encierro, de esa Carraca de indolencia, abandono, maledicencia e insensata saña que los propios venezolanos hemos procurado para el hombre que portaba el fuego sagrado en el alma, fuego que alumbró cual oriental lumbrera los inmarcesibles pasos de su patria al templo de la libertad. Francisco de Miranda debe figurar para la eternidad como uno de los precursores más sobresalientes del concepto de América como unidad, vale decir, como motor de una unidad de lucha, como elemento nítido de una estrategia planetaria. Es el primero que logra la perspectiva justa, la visión exacta y propone un nombre cabal, Colombia, el continente Colombiano. La razón de su vida: "La Independencia y Libertad del Continente Colombiano".
Y si Bolívar es un Argos de cien ojos que todo lo mira , Miranda es un Polifemo cuyo único ojo se fija en un objetivo trascendental la emancipación de America , la unidad política del continente , la identidad americana como conciencia de una dimensión política. No lo lograra él sino Argos.
El ciclope Mirandino perderá su ojo solitario, por golpe de un Ulises pigmeo, perverso y torpe : el traidor Casas en la Guaira.
Al caer Miranda, Bolívar tomara el rumbo y lograra la independencia de America, pero agónico en San Pedro Alejandrino y tenso por las ingratitudes, exclamara “he arado en el mar “.
El arado de la tierra se funde a esa hora con el Miranda oceánico, Miranda y Bolívar vinieron así para la historia como una unidad excelsa e inmutable.
¡Vuele estrepitosa y pujante tu magna obra, envuelta en el manto de la libertad, desde el Río Grande hasta la Tierra del Fuego!. ¡Recúbrame el Heraldo de la Fama de la merecida gloria y te sitúe ante el sublime sepulcro que en el Panteón te espera, cual augusto trono, para erigirte a la diestra del Padre Bolívar como egregio centinela de la América, sagrada patria, corazón y mansión de la pléyade libertadora!. ¡Por los siglos de los siglos… Así sea… y así será!.