Masonería y ciudadanía europea

martes, 3 de agosto de 2010

Masonería y ciudadanía europea


COMALACE: Contribución de las Obediencias Masónicas Liberales y Adogmaticas a la Construcción Europea
Síntesis del documento elaborado conjuntamente por Obediencias Masónicas como el Gran Oriente de Francia (GOdF), la Gran logia Simbólica Española (GLSE), el Derecho Humano, la Gran Logia Femenina de Francia, la Gran Logia Mixta de Francia, el Gran Oriente de Suiza, l’OMI Delphi, la Gran Logia de los Cedros del Líbano y otros.
Propuestas del informe anual 2010: “Contribución a la Ciudadanía Europea”
1. Para la elección al Parlamento Europeo, se podría imaginar un sistema en el cual se votaría concediendo la prioridad a la proximidad política basada en valores y aspiraciones sociales. Una elección basada en un programa transnacional y en listas europeas transnacionales, haría que el Parlamento Europeo fuera más fuerte. Se superaría así la contradicción que representa para algunos, la nación en el sentido étnico y la nación en el sentido cívico.
2. El Consejo de Europa anima a sus Estados miembros a rechazar el relativismo cultural y recuerda la primacía de la separación de las iglesias y del Estado, y de los derechos humanos. Este llamamiento y estas recomendaciones del Consejo de Europa son fundamentales, pero merecen ser completadas con la afirmación del principio de laicidad.
3. La crisis financiera ha puesto de manifiesto las graves derivas de las políticas económicas y financieras mundiales en el trascurso de estos últimos años, pero también de una deficiencia en la regulación de las esferas financieras. Es necesario, ante todo, garantizar de manera permanente la financiación ética de las actividades útiles a la economía real, favoreciendo la adopción por parte de las empresas de estrategias a más largo plazo y de políticas salariales y sociales más favorables a los ciudadanos.
4. La ciudadanía europea es incompatible con la existencia de ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, como con cualquier otra forma de gueto. Estamos hoy ante una situación crucial: devolver a una mayoría de individuos el deseo y la posibilidad de implicarse directa y positivamente en el juego económico. Invocamos el papel primordial de los empresarios sociales -lo que solemos llamar “la economía social y solidaria”, es decir, las mutualidades, las cooperativas, las asociaciones y las fundaciones -que ocupan un fuerte lugar simbólico ya que constituyen, de alguna manera, la vanguardia de otra economía de mercado, más responsable, más equitativa y en consecuencia más humanista.
5. Nosotros, francmasones de Obediencias adogmáticas, consideramos que es solamente por la iniciación, es decir, por un proceso educativo progresivo y orientado a una práctica que permite la construcción ética, - por elecciones personales sucesivas a lo largo de las pruebas -, que el individuo se transforma verdaderamente en ser humano y que se puede despertar una completa conciencia ciudadana. Porque pensamos también que universal en su concepción, la ciudadanía tiene que universalizarse en los hechos, que es necesario alimentar regularmente la llama de la ciudadanía y que siempre hay que hacerla vivir.
6. La movilidad en una perspectiva de aprendizaje, es decir la movilidad transnacional para la adquisición de nuevas competencias, es uno de los mejores medios para los individuos, y para los jóvenes en particular, de mejorar su capacidad para encontrar trabajo y su desarrollo personal. Puede contribuir a luchar contra los riesgos de aislacionismo, proteccionismo y xenofobia que surgen en tiempo de crisis. Puede también favorecer la consolidación del sentimiento de identidad y ciudadanía europeas entre los jóvenes. La movilidad permite, igualmente, estimular la circulación del conocimiento, uno de los pilares de Europa de mañana.
7. En materia medioambiental debemos utilizarnos las facilidades “de la iniciativa ciudadana europea”, iniciada por el Tratado de Lisboa, para solicitar la toma de medidas en favor del medio ambiente sostenible. Eso podría movilizar la opinión pública, generar un debate público y contribuir a crear un verdadero espacio de acción ciudadana y europea.
8. ¡La ampliación relativamente reciente a nuevas ciudadanías del espacio europeo supone, no sólo promover el modelo europeo de sociedad, un proyecto que combina las características de la democracia con los de una economía abierta basada en el mercado, la solidaridad, la cohesión social y el diálogo transcultural, sino también europeizar las cuestiones relativas a los derechos de las mujeres (adoptar la cláusula de la europea más favorecida), a los derechos de los niños, al medio ambiente, la xenofobia!

Al elegir la Fraternidad, es decir, el de la construcción efectiva de una solidaridad por la ciudadanía, nosotros ciudadanos europeos deberíamos llegar a concretar lo que representa hoy la ciudadanía europea, para movilizar esta ciudadanía en favor del ser humano y para promover una sociedad que apoye y mejore la calidad de vida, el bienestar social y la igualdad de oportunidades para todos, una ciudadanía que sea de verdad próxima a la dinámica del espíritu del pueblo.
Fuente: El Mason Aprendiz