Bolívar y Páez: los estrategas de Carabobo
por el Querido Hermano José Miguel Salas Mejías
El 26 de noviembre de 1820, se firma un acuerdo de Armisticio y Tratado de Regularización de la Guerra entre patriotas y realistas mediante el cuál se suspende la guerra por 06 meses, ratificado en la entrevista del día siguiente entre Bolívar y Morillo.
Este acuerdo favorece los planes con miras a la liberación del departamento de Venezuela, ya conformada la República de Colombia. Bolívar ha logrado reunir sin contratiempos el más grande y eficiente de los ejércitos que mandaría a liberar las provincias del centro-occidente de Venezuela.
Aprovechó para organizar la tregua del Armisticio, la seguridad que mantenía la provincia de Guayana de organizar, adiestrar al ejército patriota que iba a estar comandado por Páez quien junto con Bolívar los dos estrategas masones de la batalla de Carabobo aquel 24 de junio de 1821, día de Juan Bautista patrono de la masonería universal.
La región donde se libra la batalla de Carabobo, es una pequeña llanura bordeada al norte y al oeste por numerosas colinas y cerros, al suroeste de la provincia de Valencia, en el hoy estado Carabobo.
Al norte va la quebrada de las Manzanas y la de Carabobo, que da nombre al campo en donde se efectuó el 28 de mayo de 1814 la primera batalla de Carabobo.
El Libertador planifica la reunión del ejército al mando de Páez que atacaría por los llanos de Tinaquillo, Urdaneta atacaría con los refuerzos a su mando desde Coro y Maracaibo y Bermúdez vendriá con el ataque de oriente y la responsabilidad de haber tomado Caracas y la Guaira y de impedir refuerzos de los realistas hacia Carabobo.
Antes de la disposición de Bolívar de organizar el ejército en divisiones, la vanguardia avanza y se apodera del campo de batalla amaneciendo el 24 de junio. El alto de Buenavista dista más o menos una legua de Carabobo.
"Desde tal sitio dice Briceño Méndez observamos que el enemigo estaba preparado al combate nos esperaba formado en 06 fuertes columnas de infantería y 03 de caballería, situadas de manera que mutuamente se sostenían para impedir nuestra salida a la llanura". Briceño Méndez agrega: "el camino estrecho que llevábamos no permitía otro frente que para desfilar, y el enemigo no solamente defendía la salida al llano, sino que dominaba perfectamente el desfiladero con su artillería, con una columna de infantería que cubría la salida y dos que la franqueaban por la derecha y la izquierda".
Bolívar se da cuenta de lo imposible del ataque frontal y que precisamente, la ocupación de la llanura fue una medida de previsión del Mariscal español Miguel de la Torre para obligar a su contrario combatir como él quería.
La maniobra envolvente la cumplirían Páez, Cedeño, Feriar y Rondón. Páez, en su división lleva a los Bravos de Apure, al batallón británico o legión británica y 1000 jinetes. Cedeño, al frente de la segunda división. La tercera división la componían los batallones Granaderos de la Guardia con Juan Uslar; Rifles, Arturo Sandes; Anzoátegu, vencedor con José Ignacio Pulido y el regimiento de lanceros que mandaba Rondón. Ambrosio Plaza era el jefe de la tercera división.
Bolívar dispone que el ejército marche hacia la izquierda para envolver al enemigo por su derecha, maniobra que la Torre no esperaba. El ejército realista contaba con más de 5000 hombres.
El 24 de junio de 1821 en la llanura de Carabobo, se enfrentan los dos bandos. Bolívar confía en la jefatura de las divisiones de Páez, Cedeño y Plaza. Mariño es jefe del estado mayor.
Los llaneros de Páez marchan bajo el fuego enemigo por la pica de la mona. Las divisiones empiezan a cumplir la acción envolvente ante el asombro de la Torre que no apreció la importancia del ataque por la derecha.
Pero seguidamente interviene el batallón británico que pemite que los Bravos de Apure se recupere. Caen combatiendo ante los muros de fuego hombres de la talla de Plaza, Cedeño, José Julián Mellado, Pedro Camejo (negro primero), Scott Bruno comandante de la legión británica. Todos ellos fueron más que expresión de la virtud patriota para derrotar a los realistas ese día.
El ejército realista en Carabobo, tuvo pérdida y bajas de 2 785 individuos de tropas, 02 jefes, 43 capitanes y 77 subalternos. La pérdida de los patriotas fue alrededor de 200 muertos y heridos, según lo que confirma Bolívar en su comunicación y parte de guerra al presidente del congreso y vicepresidente de Colombia.
Con el triunfo de Carabobo le sucede la rendición de la Guaira, con la capitulación del realista Pereira, la toma de Cumaná el 16 de octubre de 1821 por parte del general Bermúdez y la posterior capitulación del jefe español Cazorla firmada en las inmediaciopnes de la casa fuerte, hoy secuestrada por la empresa atunera avecaisa, ojalá los cumaneses y sucrenses tengamos algún día la oportunidad de conocer ese monumento histórico.
Nota: Agradezco al Dr. Eleazar Guillent Aguiar, director del Archivo General Histórico del estado Sucre y al personal que labora en dicha sede, por haberme dado la oportunidad de haberle dictado una pequeña conferencia de la batalla de Carabobo, el día miércoles 23 de junio con motivo de conmemorarse los 189 años de dicha gloriosa batalla, agradezco la amabilidad y la cordialidad prestada en dicha conferencia.
El 26 de noviembre de 1820, se firma un acuerdo de Armisticio y Tratado de Regularización de la Guerra entre patriotas y realistas mediante el cuál se suspende la guerra por 06 meses, ratificado en la entrevista del día siguiente entre Bolívar y Morillo.
Este acuerdo favorece los planes con miras a la liberación del departamento de Venezuela, ya conformada la República de Colombia. Bolívar ha logrado reunir sin contratiempos el más grande y eficiente de los ejércitos que mandaría a liberar las provincias del centro-occidente de Venezuela.
Aprovechó para organizar la tregua del Armisticio, la seguridad que mantenía la provincia de Guayana de organizar, adiestrar al ejército patriota que iba a estar comandado por Páez quien junto con Bolívar los dos estrategas masones de la batalla de Carabobo aquel 24 de junio de 1821, día de Juan Bautista patrono de la masonería universal.
La región donde se libra la batalla de Carabobo, es una pequeña llanura bordeada al norte y al oeste por numerosas colinas y cerros, al suroeste de la provincia de Valencia, en el hoy estado Carabobo.
Al norte va la quebrada de las Manzanas y la de Carabobo, que da nombre al campo en donde se efectuó el 28 de mayo de 1814 la primera batalla de Carabobo.
El Libertador planifica la reunión del ejército al mando de Páez que atacaría por los llanos de Tinaquillo, Urdaneta atacaría con los refuerzos a su mando desde Coro y Maracaibo y Bermúdez vendriá con el ataque de oriente y la responsabilidad de haber tomado Caracas y la Guaira y de impedir refuerzos de los realistas hacia Carabobo.
Antes de la disposición de Bolívar de organizar el ejército en divisiones, la vanguardia avanza y se apodera del campo de batalla amaneciendo el 24 de junio. El alto de Buenavista dista más o menos una legua de Carabobo.
"Desde tal sitio dice Briceño Méndez observamos que el enemigo estaba preparado al combate nos esperaba formado en 06 fuertes columnas de infantería y 03 de caballería, situadas de manera que mutuamente se sostenían para impedir nuestra salida a la llanura". Briceño Méndez agrega: "el camino estrecho que llevábamos no permitía otro frente que para desfilar, y el enemigo no solamente defendía la salida al llano, sino que dominaba perfectamente el desfiladero con su artillería, con una columna de infantería que cubría la salida y dos que la franqueaban por la derecha y la izquierda".
Bolívar se da cuenta de lo imposible del ataque frontal y que precisamente, la ocupación de la llanura fue una medida de previsión del Mariscal español Miguel de la Torre para obligar a su contrario combatir como él quería.
La maniobra envolvente la cumplirían Páez, Cedeño, Feriar y Rondón. Páez, en su división lleva a los Bravos de Apure, al batallón británico o legión británica y 1000 jinetes. Cedeño, al frente de la segunda división. La tercera división la componían los batallones Granaderos de la Guardia con Juan Uslar; Rifles, Arturo Sandes; Anzoátegu, vencedor con José Ignacio Pulido y el regimiento de lanceros que mandaba Rondón. Ambrosio Plaza era el jefe de la tercera división.
Bolívar dispone que el ejército marche hacia la izquierda para envolver al enemigo por su derecha, maniobra que la Torre no esperaba. El ejército realista contaba con más de 5000 hombres.
El 24 de junio de 1821 en la llanura de Carabobo, se enfrentan los dos bandos. Bolívar confía en la jefatura de las divisiones de Páez, Cedeño y Plaza. Mariño es jefe del estado mayor.
Los llaneros de Páez marchan bajo el fuego enemigo por la pica de la mona. Las divisiones empiezan a cumplir la acción envolvente ante el asombro de la Torre que no apreció la importancia del ataque por la derecha.
Pero seguidamente interviene el batallón británico que pemite que los Bravos de Apure se recupere. Caen combatiendo ante los muros de fuego hombres de la talla de Plaza, Cedeño, José Julián Mellado, Pedro Camejo (negro primero), Scott Bruno comandante de la legión británica. Todos ellos fueron más que expresión de la virtud patriota para derrotar a los realistas ese día.
El ejército realista en Carabobo, tuvo pérdida y bajas de 2 785 individuos de tropas, 02 jefes, 43 capitanes y 77 subalternos. La pérdida de los patriotas fue alrededor de 200 muertos y heridos, según lo que confirma Bolívar en su comunicación y parte de guerra al presidente del congreso y vicepresidente de Colombia.
Con el triunfo de Carabobo le sucede la rendición de la Guaira, con la capitulación del realista Pereira, la toma de Cumaná el 16 de octubre de 1821 por parte del general Bermúdez y la posterior capitulación del jefe español Cazorla firmada en las inmediaciopnes de la casa fuerte, hoy secuestrada por la empresa atunera avecaisa, ojalá los cumaneses y sucrenses tengamos algún día la oportunidad de conocer ese monumento histórico.
Nota: Agradezco al Dr. Eleazar Guillent Aguiar, director del Archivo General Histórico del estado Sucre y al personal que labora en dicha sede, por haberme dado la oportunidad de haberle dictado una pequeña conferencia de la batalla de Carabobo, el día miércoles 23 de junio con motivo de conmemorarse los 189 años de dicha gloriosa batalla, agradezco la amabilidad y la cordialidad prestada en dicha conferencia.