Mensaje de bienvenida - Ramón Torres Izquierdo, 33º - Soberano Gran Comendador
En esta nueva etapa, al ser elegido para presidir el Supremo Consejo, deseo dirigirme a mis HH.: para deciros que es un honor para mi, servir en esta responsabilidad del Supremo Consejo como el primero entre iguales, mis pares, a los que agradezco la confianza en mi depositada.
El Supremo Consejo es el depositario, el defensor y conservador del Rito y su actuación se inspira en los principios de Fraternidad, Regularidad, Independencia, Reciprocidad y Exclusividad territorial así como en el de la cooperación con el Simbolismo en el Bien Común de la Orden, tal como se indica en la Declaración de Principios Institucionales.
Es una organización con base democrática y estructura jerarquizada, donde las exaltaciones se realizan por méritos masónicos, con conocimiento del grado y comportamiento ejemplar. Para cumplir con nuestro objetivo de perfeccionamiento personal, exhorto a los HH.: a encontrar su centro, el centro de todos y cada uno de nosotros, el Amor, manifestación del G.: A.: D.: U.:
Lo que es permanente en nosotros es el ser masones y en este trabajo nos debemos ocupar. Lo que es circunstancial, es la responsabilidad que podamos tener orgánicamente en el Supremo Consejo, hasta que otro H.: nos releve. Con ello fortaleceremos la humildad, base del amor. Siempre, siempre, debemos actuar como masones, trabajando contra la ignorancia, los prejuicios y la ambición y a favor de la libertad, igualdad y fraternidad. Para ello contamos con un medio, como es nuestro ritual del R.: E.: A.: A.: que debemos preservar, trabajando con rigor y analizarlo, hasta que su espíritu entre en nosotros. Si trabajamos en nosotros y conjuntamente, estaremos en el camino de perfección individual y proyectaremos los valores masónicos en la familia y la sociedad. Si así lo hacemos, el Amor será nuestro centro.
Recibid un triple y fraternal abrazo.
Ramón Torres Izquierdo, 33º
Soberano Gran Comendador
