Masones fusilados en Cuba: conmemoraciones peligrosas
por el Hermano Gustavo Pardo Valdés
Hoy, 15 de febrero, se conmemora el 142 Aniversario del fusilamiento, en San Juan de Wilson, Santiago de Cuba, del exgran maestro de la Gran Logia de Cuba, José Andrés Puentes Badell y de otros nueve masones, víctimas de la intransigencia de un sistema que se negaba a cambiar. Desde 1917, la Gran Logia de Cuba instituyó esta fecha como “Duelo Nacional Masónico”, para rendir tributo a la memoria de los mártires de San Juan de Wilson. No obstante, a partir de la instauración del régimen comunista en la Isla, este evento ha perdido la solemnidad que antes tenía.
Lo sensible e incómodo de esta evocación para las autoridades radica en que nos recuerda el legado de patriotismo, desinterés y amor a la patria, dejado para la posteridad por aquellos masones, y su participación activa en nuestras luchas independentistas. Algo nada conveniente al status quo existente entre la alta dirección de la masonería actual y el régimen de la Isla. Para un gobierno que apuesta por el inmovilismo, resulta incómodo recordar la acción emprendida por el masón Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de octubre de 1868, como única alternativa ante la negativa de Madrid para aplicar las reformas económico-políticas que demandaban los criollos de la época. Céspedes presidia la logia “Buena Fe”, de Manzanillo.
Es igualmente molesto señalar que el crimen cometido en San Juan de Wilson fue producto de la intransigencia político-religiosa de los gobernantes españoles, quienes pretendían abatir a toda costa a los grupos opositores que se organizaban en todo el país para apoyar la insurrección de La Demajagua. En 1859, Santiago de Cuba fue la cuna de la Gran Logia de Colón, antecesora de la Gran Logia de Cuba. El 3 de febrero de 1867, Puentes Badell resultó elegido Gran Maestro de esta Asociación.
Según señala el historiador Octaviano Portuondo, en “La pesquisa por conspiración en Manzanillo, en diciembre de 1867”, José Andrés Puentes Badell “se hallaba entre la élite social de Santiago de Cuba” que apoyaba la conspiración de los masones de la logia Buena Fe. Badell se había opuesto a la propuesta hecha por el sindicato municipal de Santiago de Cuba para efectuar una suscripción pública con el fin de socorrer a los hijos del militar y periodista español Gonzalo de Castañón. Fue detenido, el 13 de febrero de 1870, y fusilado dos días después, en San Juan de Wilson. Sus últimas palabras fueron que “eso era una venganza por lo de Castañón”.
A partir de su ascenso al poder, en 1959, los castristas han encarcelado a miles de cubanos por el delito de disentir de la política atea y antidemocrática establecida en el país. Cientos de ellos fueron fusilados. Decenas de masones que pasaron por las prisiones del país organizaron en ellas logias, en las cuales reafirmaban las aspiraciones masónicas de Libertad, Igualdad, y Fraternidad. Entre estas logias se destaca “Mártires de la Cabaña”. Por todas estas razones, el 142 aniversario de aquel fusilamiento, en San Juan de Wilson, es considerado hoy por el gobierno una conmemoración peligrosa.
Fuente: Cubanet
Hoy, 15 de febrero, se conmemora el 142 Aniversario del fusilamiento, en San Juan de Wilson, Santiago de Cuba, del exgran maestro de la Gran Logia de Cuba, José Andrés Puentes Badell y de otros nueve masones, víctimas de la intransigencia de un sistema que se negaba a cambiar. Desde 1917, la Gran Logia de Cuba instituyó esta fecha como “Duelo Nacional Masónico”, para rendir tributo a la memoria de los mártires de San Juan de Wilson. No obstante, a partir de la instauración del régimen comunista en la Isla, este evento ha perdido la solemnidad que antes tenía.
Lo sensible e incómodo de esta evocación para las autoridades radica en que nos recuerda el legado de patriotismo, desinterés y amor a la patria, dejado para la posteridad por aquellos masones, y su participación activa en nuestras luchas independentistas. Algo nada conveniente al status quo existente entre la alta dirección de la masonería actual y el régimen de la Isla. Para un gobierno que apuesta por el inmovilismo, resulta incómodo recordar la acción emprendida por el masón Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de octubre de 1868, como única alternativa ante la negativa de Madrid para aplicar las reformas económico-políticas que demandaban los criollos de la época. Céspedes presidia la logia “Buena Fe”, de Manzanillo.
Es igualmente molesto señalar que el crimen cometido en San Juan de Wilson fue producto de la intransigencia político-religiosa de los gobernantes españoles, quienes pretendían abatir a toda costa a los grupos opositores que se organizaban en todo el país para apoyar la insurrección de La Demajagua. En 1859, Santiago de Cuba fue la cuna de la Gran Logia de Colón, antecesora de la Gran Logia de Cuba. El 3 de febrero de 1867, Puentes Badell resultó elegido Gran Maestro de esta Asociación.
Según señala el historiador Octaviano Portuondo, en “La pesquisa por conspiración en Manzanillo, en diciembre de 1867”, José Andrés Puentes Badell “se hallaba entre la élite social de Santiago de Cuba” que apoyaba la conspiración de los masones de la logia Buena Fe. Badell se había opuesto a la propuesta hecha por el sindicato municipal de Santiago de Cuba para efectuar una suscripción pública con el fin de socorrer a los hijos del militar y periodista español Gonzalo de Castañón. Fue detenido, el 13 de febrero de 1870, y fusilado dos días después, en San Juan de Wilson. Sus últimas palabras fueron que “eso era una venganza por lo de Castañón”.
A partir de su ascenso al poder, en 1959, los castristas han encarcelado a miles de cubanos por el delito de disentir de la política atea y antidemocrática establecida en el país. Cientos de ellos fueron fusilados. Decenas de masones que pasaron por las prisiones del país organizaron en ellas logias, en las cuales reafirmaban las aspiraciones masónicas de Libertad, Igualdad, y Fraternidad. Entre estas logias se destaca “Mártires de la Cabaña”. Por todas estas razones, el 142 aniversario de aquel fusilamiento, en San Juan de Wilson, es considerado hoy por el gobierno una conmemoración peligrosa.
Fuente: Cubanet