Merecido homenaje al M.·. V.·. H.·. Carlos Manuel Piñeiro del Cueto
La Habana, Cuba, 14 de abril, (Gustavo Pardo Valdés, www.cubanet.org) -En la noche del lunes 12 de abril, la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos de la Gran Logia de Cuba, efectuó una Sesión Corporativa Solemne y Pública destinada a honrar la memoria de quien es considerado como el Gran Maestro cubano más importante del siglo XX.
El acto conto con la participación de Académicos de Número de todas las secciones que componen esta Corporación, así como de una representación del Gran Consejo de la Orden “Hijas de la Acacia”, y de masones de numerosas logias de la jurisdicción.El Sr. Roberto S. Galdurralde, quien tuvo a su cargo la presentación del trabajo investigativo “La Doctrina Piñerista; su iniciador y su Continuador”, resaltó la trascendencia de la figura del ex Gran Maestro, Dr. Carlos Manuel Piñeiro del Cueto, quien dirigió la Gran Logia desde 1949 hasta 1959.
Entre las obras de más alcances efectuadas por Piñeiro, se pueden destacar la creación de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos, tercera de este tipo en el mundo; la fundación de la Universidad Masónica, y la construcción del Gran Templo Nacional Masónico, el edificio de este tipo más alto y suntuoso de la América Latina.
El Dr. Piñeiro fue el único masón cubano que ha ostentado el cargo de Presidente de la Confederación Masónica Interamericana (C.M.I.).
Durante su gobierno, la Gran Logia de Cuba fue admitida como miembro con plenos derecho en la Confederación de Grandes Maestros de las Grandes Logias de Norteamérica.
Al triunfo de la Revolución, Piñeiro fue víctima de una política oficial de descrédito orquestada en su contra, por haber sido abogado del Ministerio de Salubridad durante el régimen del general Fulgencio Batista, por lo cual se ve obligado a partir hacia el exilio en 1963. Desde entonces, su nombre se convirtió en un tabú.
El Dr. Piñeiro fue el único masón cubano que ha ostentado el cargo de Presidente de la Confederación Masónica Interamericana (C.M.I.).
Durante su gobierno, la Gran Logia de Cuba fue admitida como miembro con plenos derecho en la Confederación de Grandes Maestros de las Grandes Logias de Norteamérica.
Al triunfo de la Revolución, Piñeiro fue víctima de una política oficial de descrédito orquestada en su contra, por haber sido abogado del Ministerio de Salubridad durante el régimen del general Fulgencio Batista, por lo cual se ve obligado a partir hacia el exilio en 1963. Desde entonces, su nombre se convirtió en un tabú.
En su pasada sesión anual, efectuada el domingo 28 de marzo, la Gran Logia de Cuba acordó nombrar en lo adelante al edifico Masónico “Edificio Nacional Masónico IH Carlos M. Piñeiro del Cueto”.
Fuente: Gran Logia "El Potosi"
Fuente: Gran Logia "El Potosi"
