Los comienzos de la Francmasonería en Rumanía
Ninguna otra organización ha tenido una imagen más parecida a un cliché como la francmasonería. En el caso de la misma, funcionan los ejemplos estándar de la teoría de la conspiración.Bajo la forma de “judeomasonería” ha funcionado la teoría de la conspiración, lanzada por el discurso conservador, por el cual, la misma era considerada un supercentro mundial de poder, a través del cual, la gente era controlada y dirigida hacia ciertos intereses ocultos.
En realidad, la historia de la masonería es tan confusa, gloriosa e interpretable, como la historia de cualquier otra organización. La misma tiene fama de sociedad secreta, debido a sus orígenes exclusivistas y a sus rituales muy estrictos. La francmasonería moderna se deriva de los gremios medievales, más precisamente del más importante gremio: el gremio de los constructores de iglesias. Éste era el mejor pagado gremio y estaba integrado por los mejores maeses. Las reuniones de sus representantes eran secretas y nadie del exterior podía participar en las mismas, porque, de esta forma, se guardaban muy bien los secretos de dicho oficio. Después de la aparición de la imprenta, los secretos han sido revelados y tenían carácter público y la razón de ser de los gremios, la de transmitir los secretos de la profesión, ha empezado a decaer.Los intelectuales y los nobles ingleses del siglo XVII siempre han sentido gran atracción por los principios de la organización masónica y se han adherido a la masonería. Los mismos nada tenían que ver con el oficio de albañil y, al principio, tuvieron el estatuto de “aceptados”. A lo largo de un siglo, éstos han llegado a ser mayoritarios. Así se produjo el paso a la francmasonería especulativa, de la masonería física, a la metafísica. El templo llegó a ser un ideal de toda la humanidad, la piedra labrada llegó a significar el espíritu humano etc. Así, los símbolos de los constructores de iglesias cobraron dimensiones metafísicas. Las principales metas de la masonería moderna eran: luchar contra el mal, combatir los abusos de todas las instituciones contra las gentes, de la Iglesia y del poder político, en primer lugar.
Junto a Radu Comănescu, historiador de la francmasonería, vamos a ver cuáles son los principios de dicha organización, en territorio rumano.“La masonería llega bastante rápido a los Países Rumanos. Incluso podríamos decir que llega asombrosamente rápido, si tenemos en cuenta el hecho de que, en 1717, fue creada la gran Logia de Londres. A los países rumanos llega en el año 1734.
En Moldavia, aparecen las primeras estructuras masónicas debido al príncipe Constantin Mavrocordat y, de modo especial, debido a Antón Maria del Chiaro, un italiano que había ocupado el cargo de secretario del príncipe reinante, Constantino Brancoveanu, y quien era, ahora, secretario de los príncipes fanariotas, que gobernaban en Valaquia y Moldavia. Él es el fundador de la masonería rumana. Hasta hoy en día, las luces de la masonería rumana son encendidas por italianos. En 1734, la masonería representaba a la elite, que quería ayudar a la gente de su alrededor. En los Países Rumanos, varias mentes masónicas fueron las que idearon la liberación de los esclavos y otras leyes con efectos positivos sobre la condición social y económica de la gente.”Al principio, la masonería apoyaba la monarquía y se proponía cumplir y hacer cumplir las leyes del Estado. La guerra de independencia norteamericana fue la que se inventó el republicanismo masónico, traído a Francia por los franceses encabezados por La Fayette, quienes habían luchado allí. Los franceses dan un paso hacía adelante en el republicanismo, que más tarde degeneraría en el terror jacobino. En la primera mitad del siglo XIX, aumenta la influencia de la masonería francesa en los territorios rumanos.
Nuevamente, Radu Comanescu. “A finales del siglo XVIII y principios del XIX, a través de la influencia de las dos logias francesas L’Athénée des Étrangers y La Rose du Silence, son implementadas, en el espacio rumano, las ideas revolucionarias. Las mismas suponían acciones políticas duras y directas, la lucha contra el poder identificado con el trono monárquico. En Francia, las mismas suponían también luchar contra la Iglesia. En nuestro caso, esta doctrina revolucionaria ha surgido como consecuencia del hecho de que los boyardos - los nobles rumanos -, convertidos en masones, bajo el mando de los príncipes fanariotas, solían enviar a sus hijos a Francia, a estudiar. Los hijos de masones se integaron a la masonería francesa, que fue el caldo de cultivo europeo de revolucionarios. Cuando los mismos volvían al país, estaban completamente transformados. Muchos de ellos no lucharon sólo en la Revolución rumana de 1848, sino también en Polonia, tal como fue el caso de I. C. Bratianu. Los mismos eran ya revolucionarios de Europa.”Sin embargo, ha habido también un espíritu propio rumano de la masonería.
La gran meta de los masones rumanos ha sido la emancipación social, más exactamente la emancipación de la esclavitud:“Ser libres y poder liberar también a los demás, en aras de la prosperidad y el progreso de la madre patria.” Este mensaje era impresionante, el mismo ha llegado a crear incluso literatura. El propio himno nacional de Rumanía, “ Despiértate rumano ” es una producción literaria, dominada por ideas masónicas.Se ha afirmado que la masonería rumana es una masonería especulativa.Sobre la existencia de una masonería operacional, en territorios rumanos, nos habla, a continuación, Radu Comanescu.
“Los rumanos tenemos la leyenda del maestre Manole, que construía templos. La existencia de un gremio de los constructores de iglesias ha sido confirmada también en territorio de Rumanía. El maese Manole era un albañil ortodoxo, que construía iglesias. Esta leyenda equivale al mito fundamental de la masonería operacional. Dicho mito hace referencias a la muerte de Hiram, el arquitecto del templo de Salomón. El sentido original del mito es el sacrificio del maese para la perduración de la construcción. En la antigüedad, existía la convicción de que, para que un edificio pueda ser construido, se necesitaba un alma para mantenerlo en pie. Posteriormente, se ha pasado al sacrificio de los parientes, y en este sentido, se da el ejemplo del maese Manole, y mucho después, pasaron a embaucar a niños o vagabundos para emparedarlos. Pero, el motivo inicial era éste: el maestre que realizaba una construcción importante debía sacrificarse. Desde este punto de vista, también en territorios rumanos, hubo masonería operacional. De ninguna manera había gremios o logias, como en Occidente. Tales estructuras operaron en Transilvania, pero nunca en Valaquia o en Moldavia.
”El motín de los campesinos, de 1784, de Transilvania, encabezados por Horea, Cloşca y Crisan, ha sido fomentado, en Occidente, por la masonería. Hubo quienes afirmaron que el mismo Horea hubiese sido masón.
Radu Comanescu vuelve con más detalles.“Es posible que Horea haya sido masón. Guardamos un discurso suyo en honor al emperador, que terminaba con las palabras “fuego, fuego, fuego”. En el lenguaje masónico, estas palabras significaban “suerte”. Horea utilizaba la jerga masónica, de modo que, se supone que formaba parte de dichas estructuras. Pero, si tenemos en cuenta las reglas existentes, en aquel entonces, era poco probable que un campesino fuese admitido en las estructuras masónicas. Varias categorías sociales no podían acceder a dichas estructuras y me refiero a los comediantes, las prostitutas, los propietarios de bodegas o los campesinos.
Los mismos no tenían acceso a las logias masónicas porque, en su gran mayoría, eran ignorantes. Horea debió ser algo más que un simple campesino o bien fue un campesino muy especial, desde el punto de vista de su instrucción. El programa de su motín se había inspirado fuertemente en la masonería, por cuanto reflejaba ideas republicanas y revolucionarias, típicas de la masonería.”La francmasonería rumana ha seguido sus ideales y lo que iba a realizarse en el siglo XIX, en la construcción política del Estado rumano, en la economía, en la construcción de instituciones, se debió, en gran medida, a las ideas y a los proyectos masónicos.