San Juan y la masonería

martes, 23 de junio de 2009

San Juan y la masonería


Por José Miguel Salas Mejías

Juan el Bautista, fue un predicador y asceta judío, considerado como profeta por cuatro religiones: cristianismo, islamismo, mandeísmo y judaísmo es el único santo el cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento que es el 24 de junio, justo 6 meses antes que su primo Jesús.

El capítulo primero del evangelio de san Lucas nos cuenta que su padre Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril.
Siendo ya ancianos, un día cuando estaba él en el templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar. Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo:" no tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al mesías, y que tu mujer va a tener a un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno de espíritu santo, y convertirá a muchos para Dios".

Pero Xacarías respondió al ángel: "¿Cómo podré asegurarme que eso es verdad, pues mi mujer ya es vieja y yo también?" el ángel le dijo: "yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a traerte esta nueva. Mas por cuanto tú no has dado crédito a mis palabras, quedarás mudo y no volverás a hablar hasta que todo esto se cumpla".

Solamente seis meses, el mismo ángel se apareció a María, prima de Isabel, comunicándole que iba a ser madre del hijo de Dios, y también le dio la noticia del embarazo de Isabel. Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle en aquellos momentos. Yhabiendo entrado en su casa la saludó. En aquel momento, el niño Juan saltó de alegría en el vientre de su madre, porque acababa de recibir la gracia del espíritu santo al contacto del hijo de Dios que estaba ya en el vientre de María. Con espíritu profético, Isabel exclamó: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre". María permaneció en casa de su prima aproximadamente tres meses; hasta que nació Juan.
De su infancia poco se sabe. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto, donde el contacto con la oración, como caracteriza a todo asceta. Como vestido la providenciasólo llevaba una piel de camello y como alimento, aquello que la providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre.

Solamente le preocupaba el reino de Dios. Según Lucas 3:1-3, Juan comenzó a predicar y a bautizar en el desierto del emperador Tiberio, en que Poncio Pilato gobernaba Judea, Herodes Antipas era tetrarca de Galilea, su hermano Fillipo tetrarca de Iturea y traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, en tiempo del sumo sacerdote Anás y Caifás".

Juan se definió a sí mismo como " voz que clama en el desierto": "rectificad" los caminos del señor (Juan 1:23), (Mateo 3:1-4), (Lucas 3:4-6), (Isaías 40:3-5). Marcos ( 1: 1-4) une a ésta el cumplimiento de otra profecía, de Malaquías 3:1. Esta misma misión general, cumplir unidas ambas profecías, vista como una, fue encontrada en general por los esenios para ellos mismos, según la regla de la comunidad entre los manuscritos del Mar Muerto y data entre los años 100 y 75 ante de Cristo. También la liturgia baustimal esenica pudo haber servido de inspiración a Juan.

La diferencia entre el ministerio general de los esenios y el de Juan estriba en aquellos enfatizaban en el estudio de la ley, y en general de las escrituras, y Juan en la predicación y el bautismo. Según los evangelios, bautizó también a Jesús en el río Jordán (Lucas 3:21-22), (Marcos 1: 9-11), y lo reconoció como Mesías (Juan 1:25-34), (Mateo 3:13-17).
Ese momento supuso el inicio de la actividad mesiánica de Jesús. Algunos autores señalan que serría más bien el arresto de Juan por parte de Herodes Antipas el comienzo de la vida pública de Jesús (Marcos 1:14).

Juan es portavoz de la redención. Por ellos su festividad, el 24 de junio, es y se la asimila a una fiesta solar. Encarna sobre sí la liturgia del solsticio de verano para los crísticos era quehacer imposible erradicar de la práctica tradicional los más antiguos ritos de la humanidad escenificados en la mas grande de todas las fiestas, las ancestrales celebraciones solares.
Juan sería un sol menor que abre camino al sol mayor, Cristo. También, de nuevo la dualidad, en ambos personajes se contraponen la muerte y la resurección.

Juan se muestra firme en su misión ante el rey Herodes preparando el camino de su señor. Es una voz que clama en el desierto y que no calla. No calla ante la opresión y no gira el rostro ante los abusos de poder aunque no le afectasen personalmente. De tanto insistir, como suele suceder con los díscolos legitimados por la razón, su cabeza terminará sobre una bandeja de plata, en este caso como ofrenda obscena a una sensual y libidonosa bailarina, Salomé.

Al menos es lo qaue nos refiere Flavio Josefo. A partir de ahí, ya mártir, el nombre de Juan se utiliza por el mundo cristiano impuesto con la fuerza positiva del mismo sol, con la viveza del fuego y la fecundidad de una virtud invencible.

En la edad media el ya entonces San Juan de los cristianos fue adoptado como santo patrón de los Collegia Fabrorum de artesanos y luego de los constructores, masones operativos desde donde pasó su patronazgo a la masonería especulativa, desde su mismo surgimiento a principios del siglo XVIII.

Hay una corriente de estudiosos de la masonería que asocia la fiesta solsticial masónica con Juan el limosnero. Juan el limosnero, patriarca de Antioquía, no duda en abandonar su posición de privilegio para dirigirse a Jerusalén. Allí socorre a los peregrinos, crea una fraternidad para curar a los cristianos enfermos y heridos, ayuda económicamente a los que viajaban a tierra santa o a los que visitaban el santo sepulcro.La iglesia lo canoniza bajo el nombre de Juan el limosnero o Juan de Jerusalén.
De alguna forma se le considera el precursor de la Cruz Roja Internacional. También se afirma que el puesto de hermano hospìtalario, que es regular en los talleres logiales de la oreden francmasónica, tanto en sus símbolos como en sus funciones es una reminiscencia de este personaje.

Diversos autores masónicos hacen referencia a que la utilización del término logia de San Juan se remoonta al tiempo de las cruzadas cuando los caballeros masones se unieron a sus similares de la orden de San Juan de Jerusalén, y que en gesto de solidaridad a los principios de éstos aceptaron como propio a su patrón. Por sincronía todas las logias de las corporaciones de constructores pasaron a llamarse logias de San Juan.
Comúnmente se asume como patronos de la masonería universal conocida como simbólica o azul a Juan el Bautista y a Juan el Evangelista, en los que representa las doas fiestas solsticiales emanadas de la antiguedad, el primero la del verano y la del invierno el segundo.

Ambos solsticios representa esa dualidad tan inherente a la ontología masónica. El del verano, alegre, triunfo de la luz, aunque paradójicamente siendo la majestad de la eclosión es también el principio de descendimiento. Como contrapartida, el del invierno siendo triste augurio de sombras meláncolicas, es inicio en su propia expresión de una fase de crecimiento y de un camino abierto hacia la plenitud.

Así pues, cuando algún hermano os salude con un saludo con un "feliz solsticio de verano", podéis responderle con conocimiento de causa: "feliz día de nuestro santo patrón Juan el Bautista", pues lo es también suyo aunque él mismo lo ignore o la obediencia a que pertenezca lo haya olvidado.

Nota: Escuche todos los domingos a las 11 a.m., el programa "Historia Viva" por radio guacharaca 92.5 FM. La Radio comunitaria de Ayacucho.